Las carencias de sangre del grupo 0 podrían solucionarse gracias a un nuevo hallazgo científico. Investigadores de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) han desarrollado una forma de convertir los grupos A, B y AB en el grupo 0. ::BBC::
Para entender el alcance de esta técnica vamos a repasar brevemente qué son los
grupos sanguíneos, y cómo funcionan. Los grupos sanguíneos son una forma de clasificar la sangre humana según los antígenos que tienen sus glóbulos rojos. Un
antígeno es cualquier cosa susceptible de ser reconocida por el sistema inmunitario (SI), nuestras defensas. Se podría decir que nuestro SI se da cuenta de que algo raro ha entrado gracias a que tiene una base de datos de todo lo que nos compone. Así reconoce los antígenos extranjeros (en el mejor de los casos, claro) y puede atacarlos con
anticuerpos.

El SI de una persona cuyos glóbulos rojos son del grupo A (tienen antígenos A) atacará la sangre que tenga antígenos “raros”, es decir, del grupo B con anticuerpos anti-B. La sangre del grupo O (
cero "o", como la letra) no tiene estos antígenos, y por eso sólo puede recibir sangre de este mismo grupo. Por el contrario, no provocará una reacción cuando sea transfundida en alguien de cualquier otro grupo, son los
donantes universales.
Clasificar bien la sangre donada según el sistema ABO es fundamental para asegurar la seguridad de las transfusiones sanguíneas.
Desde hace ya 25 años, numerosos grupos de investigadores en todo el mundo se propusieron “convertir” la sangre de un grupo sanguíneo a otro. La idea era sencilla: encontrar enzimas que eliminaran estos antígenos de la superficie de las células, de forma que la sangre no desencadenara una reacción inmunitaria. Las enzimas son proteínas con una función concreta (cortar, pegar, transformar) sobre una diana específica, en este caso: enzimas capaces de cortar estas glicoproteínas.
Ahora, después de haber buscado en 2.500 hongos y bacterias, estos investigadores han descubierto dos bacterias - Elizabethkingia meningosepticum y Bacterioides fragilis - que contienen enzimas potencialmente útiles, para eliminar tanto los antígenos A como los B a pH neutro y temperatura ambiente.
Este nuevo método podría solventar la falta de sangre además de suponer la realización de transfusiones de sangre más seguras.
Según los autores el siguiente paso será el desarrollo de ensayos clínicos para determinar si la sangre universal producida por este método es segura y eficaz y si, por tanto, se puede emplear en transfusiones.
Además, sería interesante poner a punto otro proceso capaz de eliminar los antígenos Rh, de forma que la nueva sangre tuviera siempre un Rh- (negativo) que no induce la formación de anticuerpos y puede ser aceptada por cualquier receptor.
Bacterial glycosidases for the production of universal red blood cells
Henrik Clausen et al.
Nature Biotechnology, doi:10.1038/nbt129