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miércoles, 12 de abril de 2006

Más sobre los inventores de enfermedades

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Ya no es sólo un libro el que habla de este tema, como comenté en un post anterior. Un grupo de investigadores australianos ha publicado en el PLoS Medecin Journal (una de las pocas publicaciones científicas serias que son gratuitas por cierto) un análisis en el que habla de cómo las empresas farmacéuticas se inventan enfermedades para vender más medicamentos.

Esta publicación consiste un conjunto de 11 artículos provenientes de unas jornadas de conferencias tituladas "Disease Mongering" que está teniendo lugar esta semana en Australia.

Estos científicos de la Universidad Newcastle en Australia indican que las compañías ponen en riesgo a personas saludables al promover como una enfermedad una condición normal como la menopausia. También afirmaron que factores de riesgo como el alto colesterol y la osteoporosis están siendo presentados como enfermedades. Agregan que además se exageran condiciones raras como el Síndrome de la Pierna Inquieta y el Síndrome del colon irritable.

Los investigadores aseguran que muchas de las campañas de advertencia sobre una enfermedad, financiadas por las empresas farmacéuticas, son con frecuencia diseñadas más bien para vender los medicamentos que para informar o educar sobre la prevención de enfermedades o el mantenimiento de la salud".

Henry y Monihan lanzaron un llamado a los médicos, pacientes y grupos de apoyo a que se mantengan alertas frente a las tácticas de marketing de la industria farmacéutica y a que se realicen más investigaciones sobre la forma en que son presentadas las condiciones físicas y mentales.

Sin embargo, Richard Ley, de la Asociación de la Industria farmacéutica Británica ha dicho que es incierto que la industria se inventa las enfermedades.

"No lo hacemos, está en el poder de cada médico decidir qué tratamiento darle a la gente. No se lo podemos decir", agregó.

Más quisieran...

:: BBC ::

5 comentarios:

yerbanohay dijo...

yo soy farmaceutica y una de las cosas que mas me aterra ver en la farmacia, es el uso indiscriminado de los broncodilatadores. Desde antes del mes de vida, los medicos estan recetando,frente a un resfrio normal, salbuterol y clembuterol. Estas drogas provocan la dilatacion de los bronquios y por un efecto de bomba, chupa la mucosidad presente en garganta y faringe, junto a bacterias y todo termina en espamos bronquiales. Se les prescribe a bebes de semanas, nebulizaciones, porque?? los bronquios son territorios virgenes que muchisimo mejor ni tocar, sobre todo sabiendo las consecuencias terribles como el asma.Es muy extraño, pero en la argentina, los chicos pobres-pobres, no tienen crisis asmaticas, esas adonde los padres tienen que salir con el nene azul a la medianoche a buscar un equipo de oxigeno. Tampoco los tienen los nenes ricos, que se curan con homeopatia. Lo tiene la clase media, con medicos inescrupulosos. Alguien hará algo???

Agar dijo...

No sé si en Argentina tendrá el mismo nombre, pero en España recuerdo que el Ventolín (salbutamol) se los llevaban como churros, niños y grandes. Aunque para los niños y los moquitos siempre recomendábamos "agua de mar", vamos, sueros.

La verdad es que hoy en día la gente no soporta nada, seguro que también te has dado cuenta la cantidad de personas enganchadas al... ¡ibuprofeno! A mí me dejó alucinada algunos historiales... sobres y sobres de analgésicos. Increíble.

En cuanto a la homeopatía no es precisamente santo de mi devoción. Más sinceramente... es uno de mis enemigos número uno. Es increíble como estos productos que no hacen nada se sigan vendiendo en las farmacias y que con la excusa de que son inocuos se den a los bebés para que duerman, para que no lloren, para los mocos, para el apetito... ¡hay de todo! Lo peligroso es cuando se recurre a esta pseudomedicina en enfermedades graves, a quien responsabilizamos de los problemas, ¿al pseudomédico, a los padres, al farmacéutico? Una vergüenza

Anónimo dijo...

Quizá tarde para comentar, pero respecto a que los pobre no tienen asma (ni alergias en general), existe la llamada hipotesis higienista, que sostiene que la pronta exposición a infecciones puede proteger a los bebés contra procesos alérgicos años más tarde (copio y pego de aquí)
Por eso, estas enfermedades con casi patrimonio del mundo desarrollado, nada que ver con lo que comenta "yerbanohay". En cuanto a lo de la homeopatía ...

Agar dijo...

La hipótesis está bastante extendida, y para mí tiene sentido. El sistema inmune se vuelve vago (como el intestino si nos atiborramos a laxantes) y acaba reaccionando ante cosas que no tienen ningún peligro, véase polvo, polen, fresas...

Se supone hubo un tiempo en que las reacciones alérgicas servían para avisar de que eso podría ser tóxico antes de que fuera demasiado tarde. Pero de eso igual tú sabes más que yo.

Por mi parte lo tengo claro. Si un día tengo churumbeles, al parque a revolcarse en la arena y que se me inmunicen bien :P

Anónimo dijo...

No dudo que la hipótesis higienista sea cierta. Pero yo tengo otra hipótesis, la hipótesis Darwinista. El que en los barrios pobres no resiste las infecciones de falta de higiene, se muere, y sólo quedan los más fuertes.

A veces tenemos una visión idealizada y bucólica de "dejar a la naturaleza hacer", sobre todo desde nuestro púlpito del 1º mundo, o de un nivel de clase alta.

Hoy se ponen mil curas al más pequeño rasguño (desinfección, tétanos) etc. ¿es demasiado?. Mi padre en tono de burla decía "No sé como mi generación llegamos a esta edad sin tantos cuidados". Y yo le rebatía sin demasiados problemas, "Llegastéis los que llegastéis. Tu mismo me has contado que tenías una tía que no conociste porque murio de niña por una infección".

Un rasguño estúpido, una de cada 10.000 veces se convierte en una infección mortal. Un dolor de estómago 1 de cada 10.000 veces se convierte en una diarrea mortal. Un mal constipado de pecho, una de cada 10.000 veces degenera en una neumonía mortal y un largo etecétera. Vamos eliminando riesgos, empezamos por los más probables, pasamos a los menos probables y al final a los raros. El resultado es que hemos conseguido aumentar las esperanza media de vida 20 años.

Como cualquier padre de hoy en día puede decir, los niños tienen cien enfermedades, agarran fiebres, constipados, diarreas, se les da algo para bajarles la fiebre, e incluso antibióticos. El 99% de esas fiebres el organismo del niño las combatiría por si solo y ganaría resistencia, pero en un 1% el niño moriría, por la enfermedad directa o deshidratación antes de curarse. Antes todos conocían familías que habían visto morir a un niño. Busca en las lápidas del cementerio veras las de los años 40 la cantidad de "muerto a los 7 años", "muerto a 6 meses" etc. Hoy es raro.

No dudo que la higiente moderna explica muchas enfermedades del mundo desarrollado, pero también explica la esperanza de vida del mundo desarrollado. La hipótesis darwinista no es opuesta a la higienista.

El terreno de "la protección justa", ni en exceso, ni demasiado poca es una franja muy estrecha, y sobretodo discutible. La frontera entre la sobreprotección y al indiferencia es muy fina. Y en el primer mundo debemos tener cuidado con no convertir la hipótesis higienista en una excusa para la indiferencia.

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