Leyendo sobre el asunto di a parar con el siguiente libro, cuya reseña al menos, me pareció interesante: Los inventores de enfermedades. Como podemos leer en la presentación del libro, Jörg Blech describe de qué manera la industria farmacéutica nos manipula y hace todo lo posible por convertirnos sistemáticamente en pacientes.
Según el autor, hay consorcios que operan globalmente patrocinando la invención de enfermedades y métodos de tratamiento dirigidos a facilitar nuevos mercados a sus productos. Las preguntas que plantea son: ¿Hasta qué punto todas estas enfermedades realmente lo son? y ¿Es necesario y útil tratarlas médicamente, o es la industria farmacéutica la que crea falsas necesidades orquestando poco éticas campañas de márketing?
Aficionado a las teorías de la conspiración o no, lo cierto es que después de haber trabajado en una farmacia a una realmente le asaltan dudas sobre ciertas "enfermedades" del mundo occidental mencionadas en el libro para las que rápidamente ha aparecido remedio:
- Menstruación: parece mentira el éxito que puede tener una campaña de televisión... porque resulta que la única diferencia entre la Saldeva y el Termalgin (paracetamol) es que la primera lleva también cafeína (¿un estimulante para un dolor que es debido a espasmos de un músculo? muchos médicos aconsejan dejar el café porque además impide la absorción de hierro...). Está además comprobado que antiinflamatorios tipo ibuprofeno son mucho más eficaces, y no aumentan el sangrado, como se cree popularmente.
- Fatiga estacional: No hay más que ver la tele en otoño y en primavera, para darnos cuenta que el cansancio de la vida diaria es más pronunciado cuando empieza a hacer mal tiempo (?), no será que acabamos de volver de vacaciones, hay menos luz... ¿Y por qué unas vitaminas nos van a dar energía y subir la moral? Esto lo saben bien las industrias farmacéuticas, pues la mayoría de estos complementos llevan cafeína o ginseng.
- Fobia social: el estrés es tiene dos caras, por una parte es necesario: nos pone alerta ante situaciones que requieren una atención especial, y por otra, cuando es excesivo puede dañar nuestra salud. Preparar una oposición o contar lo estudiado ante un jurado causa estrés, por ejemplo, pero de ahí a tomar algunos medicamentos, como el propanolol...
- Jet lag: pastillas para dormir, melatonina... El ciclo circadiano del cuerpo humano es de 25 horas (por eso es más fácil acostarse más tarde de lo habitual que hacerlo antes), ¿por qué no dejar al organismo adaptarse al nuevo horario por sí mismo? Lo hará en un par de días. Por cierto, según expertos de la Universidad de Nueva York la melatonina es ineficaz.
- Menopausia: Es un proceso natural que se produce tras el cambio hormonal hacia la ausencia de menstruaciones y que conduce a un nuevo equilibrio hormonal. Sin embargo, resulta curioso que los síntomas varían entre las diferentes culturas, o simplemente no existen. El síndrome puede darse, pero por supuesto no es una enfermedad y no todas las mujeres lo tienen. Ante síntomas tan generales es muy posible caer en la sugestión de la publicidad.
- Hiperactividad infantil: muchas veces se diagnostican tranquilizantes con demasiada alegría a niños que simplemente son muy inquietos... habría que pensarse las cosas dos veces antes de dar medicamentos de este estilo a niños.
- Andropausia, cansancio, envejecimiento, mal humor, embarazo...: sin comentarios
Quizás estamos más sanos de lo que pensamos.
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