En pleno siglo XXI, un tercio de la población mundial no tiene los medicamentos necesarios para gozar de una buena salud. En parte, debido a sus precios; lo que intentan solucionar los acuerdos de la ADPIC, como vimos hace poco. Sin embargo, este procedimiento es mucho más complicado de lo que nos gustaría, y al final, la financiación de la sanidad en estos países acaba pasando por las campañas de la OMS o UNICEF.
Malaria y sida nos vienen rápidamente a la cabeza cuando hablamos de enfermedades caras y lejanas que devastan poblaciones. Pero hay otras epidemias, que al no considerarse emergencias, no permiten a los países el recurso a las licencias obligatorias. Es el caso los enfermos de diabetes, que dependen de la insulina para sobrevivir. (apenas un 3% de los diabéticos de las naciones pobres reciben insulina, en contraste con el 13% de los países industrializados). Otras enfermedades menores y casi olvidadas, como la tripanosomiasis, la leishmaniasis, la filariasis y otras parasitosis, tienen también tratamientos carísimos y difíciles de obtener.
Con la intención de acercar los tratamientos adecuados a todo el mundo, la OMS mantiene y actualiza desde 1977 un listado de Medicamentos Esenciales, medicamentos que poseen una relación coste/beneficio óptima, y que podrían salvar millones de vidas cada año. Este programa ha sido adoptado por 156 países y abarca en este momento más de 300 fármacos (el doble que en 1977). Se trata de una lista modelo, que sirve a los países con limitados recursos y ONGs para establecer prioridades a la hora de adquirir medicinas.
« Sólo serán seleccionados los medicamentos para los cuales existen documentación científica suficiente, proveniente de estudios controlados »
Aunque de todos estos medicamentos, sólo unos cuantos forman parte de los descubrimientos más recientes.
El acceso a los medicamentos esenciales ha sido reconocido como parte del derecho a la salud. Una vía política para reclamar este derecho humano:
"Los medicamentos esenciales deben estar disponibles en todo momento en las cantidades adecuadas y en las formas farmacéuticas que se requieran en el ámbito de los sistemas de salud, con la calidad e información necesarias, y a un precio asequible para los individuos y la comunidad".
Human rights approach to essential medicines.
Hogerzeil HV
Bulletin of the World Health Organization 2006;84(5):371-375
2 comentarios: