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viernes, 29 de septiembre de 2006

Un juicio científico cuestión de vida o muerte

Eng


En Trípoli, Libia, cinco enfermeras y un médico podrían ser ejecutados esta Navidad si la sociedad no hace algo rápidamente. La comunidad científica ya ha levantado la voz ante un hecho sin precedentes de ignorancia de los datos científicos.

Según informa Nature:
Estas seis personas han sido acusadas de haber infectado deliberadamente a más de 400 niños con el virus del sida en el hospital de Al-Fateh en Benghazi en 1998, de los cuales han fallecido hasta el momento 40.

En la primera vista del juicio (en 2004), el gobierno libio pidió a Luc Montagner, cuyo grupo del Instituto Pasteur en París descubrió el VIH, y Vittorio Colizzi, investigador del sida en la universidad de Vergata del Tor en Roma, que analizaran el caso de forma científica. Los investigadores realizaron un análisis genético de virus de los niños infectados, y concluyeron que la mayoría de ellos poseían el virus mucho antes de que los médicos pusieran su pie en Libia en marzo de 1998. Además muchos de los niños padecían también hepatitis B y C, sugiriendo que los contagios se debieron a la pobre higiene del hospital. Las infecciones fueron causadas por subtipos de VIH-1 A/G, una cepa recombinante común en África central y occidental, conocida por ser altamente infecciosa.

Pero la corte ignoró el informe, argumentando que una investigación de los doctores libios había llegado a una conclusión completamente opuesta. Montagnier cree que los errores del juicio se basaron, al menos en parte, en la mala traducción del inglés al árabe del término recombinant: en vez de referirse a la recombinación natural de virus salvajes, que era la traducción real, fue interpretado como una manipulación genética intencionada.
La evidencia sugiere que los niños enfermaron por culpa de la negligencia del hospital, y no por los seis cuidadores médicos que ahora corren un peligro vital. Se da la casualidad que los seis son extranjeros, un médico palestino y cinco enfermeras búlgaras, de forma que la corte y el hospital libios puede ajusticiarlos con el único argumento de su responsabilidad con respecto a los errores que pudieron infectar a los niños.

Ignorar la evidencia científica para poder tener chivos expiatorios adecuados es absolutamente intolerable.

Como indica también el editorial de Nature:
Los principios de la ley y de la ciencia tienen como objetivo común descubrir la verdad. En un gravamen anterior del caso de dos investigadores del sida, Luc Montagnier y Vittorio prominentes Colizzi, concluyó que los cargos eran falsos, que los médicos son inocentes, y que las infecciones resultaron de escasa higiene de los hospitales libios. No fue un complot orquestrado por la CIA y el Mossad de Israel como alegó el presidente Gadafi en 2001. Unas declaraciones que han sumido en sed de venganza al pueblo libio.

Es muy embarazoso para Gadafi desde el punto de vista político. Dar con una cabeza de turco es más fácil que tener que admitir que la infección de los niños fue debida a un trágico accidente. Incluso el acuerdo diplomático más probable (que se condene a muerte a los médicos y que la pena sea conmutada a una cadena perpetua) es inaceptable. Son inocentes, y la ley y la ciencia pueden probarlo. Si les dan una última oportunidad.

Es por eso que los científicos deben prestar su apoyo incondicional a la llamada de Abogados Sin Fronteras, una organización de voluntarios que el año pasado logró la libertad de Amina Lawal, condenada a muerte en Nigeria por haber tenido un hijo fuera de su matrimonio. Esta ONG pide que la corte libia acepte el informe independiente, de carácter ciéntifico e internacional sobre cómo se infectaron los niños.
Y para más inri, el mismo hijo de Gadafi asegura que son inocentes.

A veces, las evidencias no convienen a lo que sería políticamente correcto. Pero están ahí, y los científic
os tienen una responsabilidad aún mayor de demostrarlas con la verdad y la objetividad. Por eso, desde diferentes tribunas se está pidiendo que toda la comunidad científica, en cada nación, se levante y pida justicia para los Seis de Trípoli. Se puede contactar con Abogados sin Fronteras , y conseguir que los miembros de las organizaciones profesionales a las que pertenecemos, comunidades, universidades, gobiernos, se hagan miembros para apoyar la protesta. El silencio, la ignorancia, a veces es peor que no decir la verdad.

Bill Hooker
pone a disposición una lista importante de posibles contactos (con direcciones reales, números de teléfono, etc.) Una muy buena aportación.

Y una vez más el blog de Nature se hace eco de la movilización de los bloggers en este caso.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

En Trípoli, Libia, cinco enfermeras y un médico podrían ser ejecutados esta Navidad si la sociedad no hace algo rápidamente. La comunidad científica ya ha levantado la voz ante un hecho sin precedentes de ignorancia de los datos científicos. Firma por su liberación inmediata y la anulación de la pena de muerte

Anónimo dijo...

El SIDA es una gran mentira. Nunca jamas se ha aislado el Virus.
Vease el documental "The House of Numbers".
http://www.houseofnumbers.com/site/
Tambien se puede leer el libro: "La Macroestafa del SIDA" de Luis Carlos Campos.
http://www.google.com/url?sa=t&source=web&cd=2&sqi=2&ved=0CBwQFjAB&url=http%3A%2F%2Fwww.cherada.com%2Farticulos%2Ffch93-s323-p25259-descargar-gratis-pdf-doc-la-macroestafa-del-sidaluis-c-campos&ei=tyDpTcWMEtO48gOzuKmcAQ&usg=AFQjCNFcVYG2uCkqLygZN9PY5W6PL6sUbQ

O puede ver tambien el testimonio de algunos doctores licenciados como el de Manuel Garrido:
http://www.youtube.com/watch?v=W0MXCRD1mQw

Por cierto, lo que sucede en Libia en estos momentos si que es un genocidio por parte de la OTAN. http://leonorenlibia.blogspot.com

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