En 1998 la Asamblea General de la ONU reaccionó ante las dimensiones que estaba adquiriendo la epidemia del VIH, descubierta 20 años antes, en el mundo y declaró el 1 de diciembre como Día Mundial del SIDA.En la actualidad, más de 41 millones de personas están afectadas por el VIH/SIDA, enfermedad que junto a la malaria forma parte de los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio que todos los países deberían cumplir para el 2015. Por eso, la Campaña Mundial contra el SIDA 2005-2010 ha escogido como tema: "Detener el SIDA. Mantener la promesa".
Durante todo el día, hoy se celebrarán actos de recuerdo de aquellos que no tienen acceso a los medicamentos, los medios de comunicación hablarán de cifras, espectativas, vacunas, y en muchas ciudades habrá campañas de concienciación del uso del preservativo para evitar la propagación de la enfermedad. Este blog ya lo hace el resto del año, por eso hoy no quiero dar más datos y saturar más las conciencias. Sin embargo sí me gustaría compartir una pequeña anécdota, quizá insignificante para muchos, pero importante para mí:
Ayer hablé con mi familia por teléfono. Como siempre, una vez puestos al día de las pequeñas anécdotas cotidianas, trabajo, estado de ánimo, etc. estuve hablando con mi hermana de la actualidad. En mi casa siempre nos ha gustado hablar (y discutir) sobre absolutamente todo, y estoy segura de que gran parte del espíritu crítico que tengo ahora debo agradecérselo a aquellas tertulias. Por eso, no es raro que saliera el tema del sida y los estudios que han publicado las últimas semanas. Entonces, me comentó triste:
-"Dos de cada tres africanos han dicho en la tele..."...como diciendo "es mucho"...
Sí, eso es, mi niña. De acuerdo que conocer un dato, sentirlo o entristercerse por él no sirve de nada, no va a salvar a nadie. Pero me sorprendió esta pequeña muestra de implicación, alguien se había quedado con el dato en la cabeza, alguien que no tiene nada que ver con la sanidad, ni trabaja en una ONG, pero que comparte Planeta conmigo y esa gente.
A veces pienso que tan pronto como una realidad se convierte en una cifra, se la lleva el viento, y se hace irrelevante para la mayoría de nosotros. Por suerte no siempre ni para todos es así, porque las realidades y las personas enfermas siguen ahí, y contra estas injusticias debemos seguir trabajando, aunque no sea 1 de diciembre.
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3 comentarios:
Es cierto Azuara, conocer un dato, hablar de ello, entristecerse... no va a salvar vidas...si después no hacemos algo más. Quedarse en las palabras y en las buenas intenciones nos asemeja al personaje de la viñeta de Tasio. Muy buena, por cierto.
Pues si te digo que los hay que ni conocen el dato ni hablan de ello ni nada...
Conozco algun@s de es@s. Sin embargo, les preguntas por el último modelo de motor bicompresión o por la última nominación de la mierd* que ven.. ¡y oye.., como si lo hubiera visto yo también!