Una de las mentiras más habituales en torno a la medicina “alternativa” es la que la califica de inocua. ”Total, si mal no me va a hacer”. La realidad es que la homeopatía (y pseudociencias afines) puede hacer mal, y mucho. Y no hablamos sólo de ineficacia, como se ha demostrado tantísimas veces desde varias revistas científicas, sino de estudios como éste:
Chang et al (2006). Outcomes of breast cancer in patients who use alternative therapies as primary treatment. Am. J. Surg. 192:471-473.La particularidad de este estudio es que analiza pacientes que siguen con los tratamientos convencionales, pero los usan de forma complementaria, es decir, el tratamiento alternativo es el principal. Por cierto, resulta fascinante la variedad de terapias alternativas que utilizaron los pacientes elegidos: calcio coralino, homeopatía, coenzima Q10 (qué científico), plantas medicinales, dietas, vitaminas, terapia con quelatos…
ANTECEDENTES: Algunos pacientes con cáncer de mama optan por las medicinas alternativas en lugar de seguir los tratamientos tradicionales. Esta opción se encuentra favorecida por la falta de datos publicados en este campo. MÉTODOS: Se analizaron los resultados de pacientes con cáncer de mama que han rechazado o retrasado la cirugía, la quimioterapia o la radioterapia. CONCLUSIONES: Las terapias alternativas utilizadas como tratamiento primario en cáncer de mama se asocian con un incremento en la recurrencia y la mortalidad. La sustitución de la cirugía por homeopatía dio lugar a la progresion de la enfermedad.
Y ahí están los resultados: la medicina alternativa dio una oportunidad de oro al tumor para desarrollarse, con resultados dramáticos para muchas de ellas.
Unas cuantas mujeres, pero ¿y si hablamos de miles de personas?
Estudios como el anterior sólo se pueden hacer a posteriori por razones éticas. ¿Pero qué ocurre cuando uno de estos pacientes decide acudir a uno de estos “expertos” poniendo en peligro su vida? Es decir, qué hacer si somos testigos de ello.
Un caso concreto
En esta entrada, un médico relata una conferencia en la que un colega cuenta el caso de una paciente de unos 30 años que acudió a él por un bulto en el pecho. El médico le pidió mamografías y ultrasonidos para completar el diagnóstico, a lo que la paciente no puso ningún problema. Lo curioso es que mirando sus archivos el médico se dio cuenta que la mujer había estado en su consulta en 2003. En el historial había varias mamografías, en las que se advertía una masa de menos de 1 cm de diámetro. Pero además había una biopsia con un diagnóstico contundente: Adenocarcinoma. Cáncer de mama.
En aquel momento la mujer se negó a operarse, a pesar de que el médico le explicó que un tumor tan pequeño tenía un pronóstico excelente si se extirpaba, pues no existía riesgo de que se extendiera a los nódulos linfáticos. Pero la mujer hizo oídos sordos, era una de esas fanáticas de la medicina alternativa y quería dar una lección al médico. Durante tres años probó té de Essiac, homeopatía, la Terapia de Hoxsey, el tratamiento Gerson y la terapia Reiki, entre otras (me da pereza buscar qué es todo esto...). Y desapareció de la consulta… hasta aquel día.
El tumor no sólo había progresado, sino que había progresado mucho. Tenía 6 cm de diámetro hasta hacerse incluso visible a través de la piel. Además había desarrollado varios nódulos en las axilas perfectamente palpables. Afortunadamente no había focos de metástasis en la médula ósea.
Ante el cuadro lo lógico es pensar que la paciente aceptó que la operaran y seguir la quimioterapia. Pero no (tranquilidad, la historia tampoco tiene un final dramático-sensacionalista). La mujer había acudido a la consulta sólo para comprobar la progresión del tumor, porque tenía muy claro que no abandonaría los tratamientos alternativos. “No creía en la medicina tradicional”, además se encontraba bien. Su marido incluso pidió el divorcio y la custodia de sus tres hijos, ante la inminente incapacidad de su mujer.
Y en realidad aquí termina la historia. En la conferencia, el cirujano hizo una pausa, más que contar una anécdota, estaba pidiendo la opinión de los asistentes sobre un caso que no podía quitarse de la cabeza. Y preguntó a la audiencia: ¿Qué podía hacer? ¿Qué se puede hacer cuando no se consigue convencer a uno de estos pacientes?
Parece que la respuesta es: Nada. Los médicos tienen el deber moral y legal de salvar la vida de las personas, pero cuando un tratamiento es activo y el paciente se niega a aceptarlo, hay poco que hacerl. Si consideramos que el paciente ha sido bien informado de todos los riesgos que conlleva su decisión, no podemos decir ya que se trata de un fallo del sistema sanitario, o del propio médico. Al menos, en mi opinión.
Cuando se trata de testigos de Jehová entre la vida o la muerte, la decisión de hacer una transfusión sanguínea queda en manos del doctor. Afortunadamente ha habido algunas sentencias que han declarado inocentes a médicos que actuaron en contra de estos pacientes por salvarles su vida. Aunque también ha habido sentencias contrarias…
Sin embargo en este caso es, si queremos verlo así, más fácil. No podemos obligar a la mujer a meterse en el quirófano ni a que siga el tratamiento. La única forma sería demostrar una enfermedad mental, pero no es el caso.
Mientras tanto, sólo esperar a que cuando acuda a la medicina tradicional no sea demasiado tarde.
¿Y cuándo se trata de niños?
Cuando hablamos de menores, el asunto es más complicado. Tenemos el caso de una niña de 13 años al que le diagnosticaron linfoma de Hodgkin (hay que decir que este tipo de tumor tiene un pronóstico favorable para el 85% de los niños tratados). Sus padres incluso acudieron a los tribunales de Texas para que les dejaran seguir los métodos de su pseudomédico: tomar grandes cantidades de vitamina C, en lugar de acudir a la quimioterapia. Se salieron con la suya y e ingresaron la chica en un centro en el que según ellos está siguiendo varios tratamientos alternativos. Y el centro en cuestión debe ser bastante caro además, porque el padre abrió un blog para recaudar fondos.
En noviembre de este año, tuvo lugar un caso similar en Virginia. Un niño con el mismo cáncer que la anterior y cuyos padres se negaron a someterle a quimioterapia y fueron denunciados por los médicos. Incluso cuando el juez pidió más pruebas diagnósticas, también se negaron a realizarlas. Pero aún así el juez siguió firme y firmó una sentencia por la que el estado compartía la tutela del niño con los padres hasta que éste terminara el tratamiento. Los padres fueron acusados de negligencia grave al haber, además, retrasado el tratamiento de su hijo cuatro meses.
Este último caso y los dilemas éticos y legales que plantea se encuentra muy bien explicado en la siguiente publicación:
Do parents have the right to refuse standard treatment for their child with favorable-prognosis cancer? Ethical and legal concerns.
Jeffrey D. Hord, Waqas Rehman, Patricia Hannon, Lisa Anderson-Shaw, Mary Lou Schmidt (2006).
J. Clin. Oncol. 24:5454-5456.
La mujer de la primera historia sigue viva y sigue con sus tratamientos alternativos. Es un caso extremo de negación de la realidad. Pero por desgracia no es el único. En mis años de farmacéutica de mostrador fuimos testigos del fallecimiento de una mujer (un cáncer de pulmón) que ya sólo creía en su homeópata. Eso sí, la farmacia siguió vendiendo Acidum Nitricum 15CH y demás frasquitos.
En realidad, nunca se plantearon otra cosa…
¿Quién tiene la culpa?
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DOCUMENTACIÓN
Imprescindible: ¿Funciona la Homeopatía? (atención a los comentarios)
New Scientist: 13 things that do not make sense
http://www.aaas.org/spp/sfrl/per/per46.pdf
Homeopatilín (blog sobre las mentiras de la homeopatía)
10 comentarios:
Mas claro que el agua que utlizan los omeopatas como "medicina".
Un saludoT desde Alicante
Oscar Gimenez
Excelente artículo.
En España, el menor tiene más protección. La justicia no permitiría que se utilizaran medicinas alternativas de eficacia no probada, cuando existe un tratamiento médico eficaz. Ante una denuncia en los tribunales, no habría ningún problema (aunque ya sabemos como es la justicia, tampoco se puede decir que siempre ocurrirá así).
A mí estos temas la verdad es que me calientan la sangre. Esos estafadores que critican a la medicina diciendo que daña más que cura, aprovechándose de la fe y/o ingenuidad de la gente.
Ahora mismo anda por algunas zonas de la blogosfera una especie de "meme" sobre el Fray Romano y su cura milagrosa del cáncer:
http://lists.peacelink.it/latina/msg06883.html
Con aloe vera, of course, que es como Juan Antonio Roca, conforme más se investiga más propiedades se le encuentran (nótese la ironía).
La enfermedad del ignorante es ignorar su propia ignorancia.
Visto en :
http://www.proverbia.net/citastema.asp?tematica=34
;-)
@ Óscar
Mientras la salud esté bajo los intereses de las multinacionales farmacéuticas... tampoco es que me fie demasiado de la "oficial".
Comentario a la nota en otros lares. A eso se llama mezclar churras con merinas y lo demás son tonterías.
@Shora
¿Has visto lo que me ponen? ¿Nos cortamos las venas o nos las dejamos largas? :-/
Me consuela lo que me cuentas, no he encontrado ningún enlace apropiado así que no me atrevía a ponerlo. Bien, bien, uropa a la cabeza :-P
Y todo el mundo sabe que el aloe vera, la vitamina C y cuatro cosas más valen absolutamente para todo, porque son muy naturales, muy científicas y muy todo xD
@ JoseManuel
He apuntado alguna que otra cita de esa página para la cabecera, qué buenas! :)
Un artículo interesante. Yo no tengo nada que ver con el mundo de la medicina tradicional ni de la alternativa. Solo en calidad de ser humano pienso que antes de la enfermedad está la prevención. Si llevamos una vida sin excesos, con una buena alimentación, activa y "positiva", a lo mejor llegamos a una edad avanzada sin enfermedades, siempre que nuestros genes sean "buenos" ¡claro!. Cuando una persona tiene cancer, solo queda esperar que no sea agresivo, que se haya detectado a tiempo y que la terapia sea efectiva. Conozco casos de todo tipo y creo que aunque la medicina tradicional sea la mejor opción, hay "fuerzas interiores" que no controlamos y que pueden ayudar.
Saludos
Claro y con la medicina tradicional me asegura vd que se va a curar ¿no?.
Si no sois capaces de curar el cancer ¿porque actuais con esta prepotencia criticando otro tipo de medicinas?.
Me estais haciendo reir y a la vez cabrearme.
No se que conocimientos de medicina tiene la persona que escribe este articulo pero creo que si los tiene obra con mala fe.
Me dice vd que es en un 85% el porcentaje de curación y yo le digo que esta entre un 5% y un 15% tasa de supervivencia a los 5 años y a eso lo llama un tratamiento eficaz en el que hay que hacerse revisiones periodicas cada año para descubrir si el cancer se ha reproducido o no.
Eso es una medicina eficaz si señor con mutilados de por vida y enfermos cronicos.
Luego si despues de 10 años o menos se demuestra "cuando os de la gana" que estos metodos son eficaces se lo explicais a los familiares de los anteriores y porque no habeis investigado antes porque vuestros motivos son puramente economicos y hablais de tribunales vosotros...
El 70% de las mujeres superan el cáncer de mama
Aunque sea antiguo el post, no pude evitar dejar esta contestación:
¿Pretende sugerir este artículo, que es malo cuestionar las soluciones que llevan la etiqueta de "científicas", porque así lo convengan un grupo de personas?, espero que no.
La duda, es la actitud más científica que existe. Y dudar de la quimioterapia, es directamente una obviedad en cuanto a lo poco elegante y torpe que es como solución. La duda y el intento de refutar la idea actual, es el ADN de la ciencia: modelo teórico -> actualización... proteger como dogma lo que esté científicamente aprobado en el momento, es el ADN de la religión: lo que tu digas -> yo me lo creo.
Y QUIEN DIJO QUE LA MUJER PRIMERA DE LA HISTORIA TOMO EL ESSIAC COMO CORRESPONDE PARA SU CASO?